Cronómetro de Récords entrevista a la base del Stadium
Casablanca
Gaby Ocete (Palma de Mallorca, 1988) arrastra como puede una inmensa
maleta repleta de ropa, quizás con algunos libros y seguro que de muchas
ilusiones. La base mallorquina tenía muchas ganas de empezar con victoria su
segunda etapa en el Stadium Casablanca, aunque la experiencia no ha sido cómo se
la había imaginado: derrota ante Uni Ferrol por 90-81 en el Open Day Liga Día. Cuando
acaba la conversación de Gaby Ocete con
Cronómetro de Récords, de casi
10 minutos, en Magariños hace un rato que se entrena el primer equipo masculino
del Estudiantes y apenas quedan reclamos de la primera jornada de la Liga
Femenina. Se han llevado las mesas de prensa y quedan al descubierto las
pertenencias del periodista.
—Gaby, me han
dicho que estás muy enfadada…
Sí, bastante. [Sonríe].
—¿Por qué?
Por la técnica.
Me han pegado un codazo en toda la boca y casi me quitan los dientes… Y el
árbitro ha visto que he simulado, pero bueno…
—Por lo menos
habéis dado espectáculo los dos equipos: uno se escapaba, el otro remontaba y
hacía lo mismo… Al final ha ganado Uni Ferrol porque ha tenido más cabeza y
puntería.
Sobre todo,
puntería. Para meter 90 puntos había que estar muy acertado, especialmente en
la línea de tres (13/30, 43% de efectividad). Es verdad que nosotras hemos
tenido muchos despistes que a lo mejor no habíamos cometido durante estas
semanas de preparación. Tenemos que seguir trabajando porque el miércoles ya viene
otro partido [victoria clara ante el Araski por 79-55].
—Tenía claro que
el Stadium Casablanca-Uni Ferrol iba a ser el partido más atractivo y con más
puntos del Open Day Liga Día. Sois dos equipos muy valientes y alegres.
[Se ríe]. Claro,
se ha visto que Uni Ferrol sigue con la misma línea que el año pasado y que nosotras
hemos metido 81 puntos contra un muy buen equipo. Esto acaba de empezar. Nos vamos
un poquito tristes por la derrota, pero tenemos que mirar hacia adelante porque
queda mucha Liga.
—Hay quien pueda
pensar que vais en pack tú y Pao Ferrari a los equipos. Desde que te fuiste del
Rivas Ecópolis en 2015 habéis coincidido en todos.
Creo que desde
que coincidimos en el Stadium Casablanca e hicimos esa tan buena campaña todo
el mundo vio la conexión que tenemos en pista [habían coincidido también en el
Joventut Mariana]. Pienso que todos los equipos quieren tener a una base y a
una anotadora que se entiendan tan bien. Es un placer siempre jugar con Pao
porque es una grandísima jugadora a la que es muy fácil ver en muchos momentos
y que me ayuda mucho en pista. Si dicen que vamos en pack… Ojalá podamos
hacerlo mucho tiempo más. Damos espectáculo y es lo que la gente quiere.
—Has dicho en
alguna entrevista que es la jugadora de la que más has aprendido. ¿Por qué?
Por todo: su
liderazgo en la pista, su espíritu luchador y guerrero… Me ayuda muchísimo en
los entrenos día a día, me hace ser mejor jugadora a mí y al resto del grupo…
Ésos son aspectos importantes en una compañera de equipo. Ésa es la grandeza de
Pao Ferrari, la jugadora de la que más he aprendido y seguramente con la que
más minutos he compartido en la cancha. Como persona y jugadora es un diez.
—¿Cómo la
apoyaste el año pasado con las lesiones que tuvo en San Sebastián?
¡Uf! Encadenó una
detrás de otra. Sus compañeras la arropamos y le dijimos que sólo era una mala
racha. “El mal fario ya pasó este septiembre”, le comenté hace unos días. Ha
pasado un año entero. Lo bueno y lo bonito es que, después de una lesión, pues éste
es el segundo partido que juega apenas, ha ofrecido un muy buen nivel. Siempre
que una se cae, se levanta., y una jugadora como ella siempre vuelve en las
mejores condiciones.
—¿Tu primer blog fue
el que hiciste con Pao Ferrari y Laura Villaescusa en vuestra etapa en Sóller?
¡Sí! Ostras, no
me acordaba. [Se ríe]. Sí, sí, exacto.
—“¿Hola chic@s,
somos Gaby Ocete, Paola Ferrari y Laura Villaescusa, jugadoras de baloncesto
profesional. Este año tenemos el placer de compartir equipo en el Joventut
Mariana– Sóller”. Así os presentasteis.
¡Es verdad! Ahí
empezamos a contar algunas cositas de baloncesto. Y después, veo que lo tienes
apuntado ahí, llevo el actual, My Little Secrets, que es www.gabyocete.com, donde voy contando mis
experiencias en el baloncesto y del maquillaje, mi otra afición. Me encanta.
—También propones
entrenamientos.
En My Little
Secrets abarco muchos aspectos. Es una buena ventana para que los
visitantes puedan ver cómo se entrena y trabaja una jugadora profesional.
—Hablas también de
viajes. Dejaste por las nubes una cala de Palma de Mallorca y prometiste escribir
más artículos sobre otras si te preguntaba la gente. ¿No lo has hecho porque no
te han dicho nada o porque no has tenido tiempo?
Uno, porque no me han
preguntado, y dos, porque luego volví a jugar a Paraguay otra vez. Mi época de
vacaciones se acabó. [Se ríe]. Es Caló d’es Moro, una cala muy bonita de
Palma de Mallorca y animo a todo el mundo a que vaya. Como dices, tenemos
muchísimas más: creo que son ciento y pico. Quizás el año que viene pueda
escribir sobre alguna más.
—¿Tu comida favorita
siguen siendo los lacitos con bechamel?
¡De mi madre! Los hace
tan bien… Es un plato que siempre que voy a casa intento que me prepare. Pero
también una buena tortilla de patatas de mi padre… Ahí lo dejo… Cada vez que
viene me la hace.
—Tiene guasa que te
dediques al baloncesto por haber seguido los pasos de tus amigas, que se
apuntaron.
Fue así. Porque yo hacía
gimnasia rítmica. Fue lo típico: “¡Vamos a apuntarnos a básquet!”. “Ah, pues
vale”. Y me apunté por eso. Mi padre jugó, pero a nivel amateur. Desde que lo
probé, me encantó. Y mi padre me seguía mucho cuando jugaba. Eso me ayudó mucho
a decidirme.
—Entiendo que tu peor
momento fue tu lesión en la rodilla en tu primera etapa en Zaragoza: seis meses
alejada de las pistas.
Sí. Creo que para
cualquier jugadora una lesión de cruzado es un proceso muy difícil. He tenido otros
pequeños percances que, por suerte, no han sido importantes. Diría que mi peor
momento ha sido ése, pero me queda muy lejos. Ya está un poquito un poco
olvidado.
—¿Y el más ambiguo fue
el casi sí al Perfumerías Avenida la temporada pasada?
Sí… Bueno… El año
anterior también tuve un casi sí con un equipo turco. Son decisiones que se
toman en el instante. Me gusta acabar la temporada con el equipo con la que lo he
empezado.
—Es curioso que hace
dos temporadas Pao y tú jugaseis en Zaragoza, ficharais después por el Donosti
Basket y hayáis vuelto al Stadium Casablanca. Parece que estuviese todo planificado.
Bueno… Hablo por mí: después
del año tan bueno que hice en Zaragoza, mi idea era quedarme. Por
circunstancias no pudo ser y fuimos a San Sebastián. Siempre tuve la idea de volver al Stadium Casablanca en algún momento porque me trataron súper bien el club,
la gente, los aficionados… Mi idea era volver, no sabía cuándo. Creo que Pao
sentía lo mismo. Ha sido muy bonito que nos dieran la oportunidad de volver.
—¿Por qué te gusta
tanto Becky Hammon?
¡Ui, me encanta! Me he
entrenado y he jugado con ella. En Rivas tuve la gran suerte de poder estar un
par de meses con ella. Me encandiló por cómo trabaja y lo humilde que llega a
ser. Yo tenía 18 años y me daba una palmada en la espalda, me ayudaba a ser
mejor… Ésa es la grandeza de las jugadoras, igual que con Pao. Me quedé
prendada de Becky Hammon en ese sentido y como jugadora, para mí, la mejor.
—Por lo que hacía en
la pista, pero, sobre todo, por lo que transmitía fuera. Por cómo cuidaba el
ambiente.
Exacto, y por cómo me
ayudó en el día a día, que eso es muy importante.
—Supongo que es duro,
con los años que pasaste ahí, ver la situación del Rivas.
Sí.
—Y Sóller, el Joventut
Mariana.
Es lo que te iba a
decir. He sufrido con los equipos en los que he jugado y cuyos primeros equipos
desaparecieron. Es una pena que clubes que siempre han estado arriba, y más
Rivas, que tiene dos Copas de la Reina y una Liga. Esperemos que el día de
mañana puedan volver a la élite. Es muy importante en Madrid que haya más
equipos en liga Femenina. Les mando todo el ánimo desde aquí.
—Te hago una foto y ya está. Que sepas que en el Joventut
Mariana están preparando un libro con la excusa del 75º aniversario [quien
quiera colaborar puede escribirles a joventutmariana75@gmail.com].
Ah, ¿sí?
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