miércoles, 25 de noviembre de 2015

Montse García: “James Rodríguez siempre ha tenido los pies en el suelo”

Cronómetro de Récords entrevista a la periodista deportiva, autora de 'James Rodríguez. El vals de Colombia' (Al Poste) 

Montse García con su libro 'James Rodríguez. El vals de Colombia'. Foto cedida. 

Montse García (Jerez de la Frontera, 1981) habla como si estuviese escribiendo: intercambia sinónimos, diálogos e imágenes. Conjuga una y otra vez el presente del verbo creer, señal, quizás, de la humildad que transmite y que le une a su personaje de estudio, el centrocampista del Real Madrid. Periodista deportiva de amplio recorrido (esRadio, Cadena SER, LibertadFM, Élite Sport, Kaiser Magazine o Panenka), Montse García habla con Cronómetro de Récords sobre su primera criatura: James Rodríguez. El vals de Colombia (Al Poste).

—El fútbol en tu familia parece casi un cordón umbilical. 
Siempre me han gustado los deportes y en casa siempre se ha visto mucho fútbol. Le gustaba a mi padre, a mi madre, mis hermanos lo veían... Y yo lo practicaba en el colegio. Poco a poco se convierte en algo que forma parte de tu vida. 

—¿Cómo recuerdas las jornadas de carruseles? 
Más que de escuchar la radio, era de ver partidos y leer crónicas. Me encantaba el Ajax de mediados de los 90 e intentaba seguir todos sus encuentros y el rastro de sus jugadores. Mi padre había ido a ver jugar a equipos sudamericanos como Millonarios cuando venían a España y sus historias me engancharon cada vez más al fútbol, pero no sólo al de nuestra Liga. 

—Hablando de historias. La de James Rodríguez, por lo que cuentas en el libro, es la de un deportista tenaz, humilde, talentoso y muy paciente. 
Siempre ha tenido los pies en el suelo. Un jugador joven con tanto talento necesita una cabeza muy buen amueblada y el círculo más cercano influye mucho en que la tenga.  

—Ha tenido la suerte de contar con un entorno que no le ha contaminado, sino que le ha ayudado a ser más humilde. 
Tanto su madre como su padrastro hicieron muy buena labor con él. Siempre le dijeron que, si quería ser profesional, tendría que exprimirse con un equipo de trabajo que le ayudase a fortalecer sus virtudes, disminuir las debilidades, pulir el carácter o mejorar la técnica. Sus padres le enseñaron que nadie le iba a regalar nada. Además, James tenía la experiencia de su padre biológico, que de un día a otro vio truncada su carrera. Después de cada partido, la familia analizaba qué había hecho bien y qué había hecho mal James, que se quedaba después de los entrenamientos a lanzar faltas, penaltis... Quería estar en los grandes equipos de Europa y ha ido tomando las decisiones y dando los pasos adecuados para conseguirlo.  

—En todos sus clubes ha pasado por momentos en los que no jugaba lo suficiente o no tenía la confianza del entrenador. Ha sabido sufrir.
Debuta como profesional con 14 años en Envigado [en su país, Colombia]. En ese momento tiene mucho por aprender, pero tampoco pueden dejar pasar su talento. En el Banfield argentino, su puente para llegar a Europa, también tiene un inicio muy complicado porque su familia está lejos. Pero él sabe que tiene luchar, crecer y demostrar su talento, y al final acaba siendo uno de los jugadores clave para que el club ganase su única Liga [el Torneo Apertura de 2009] y pudo disputar la Copa Libertadores. El siguiente paso fue Oporto, donde se pensó que podría volver a Argentina, pero decidió seguir luchando [y triunfó]. Un esfuerzo que le sirvió para obtener un contrato multimillonario con el Mónaco. Ranieri se lo dejó claro desde el primer momento. Le dijo que era un jugador con  muchas cualidades y una técnica increíble, pero que si no defendía no iba a tener hueco en el equipo.

—Y le hizo caso.
Sabe escuchar. No es de esos jugadores que se rebelan contra el entrenador, sino que hace cuanto le piden. Lo demostró en el Mónaco. Sobresalió en el Mundial de Brasil y eso le permitió llegar al Real Madrid. Aunque ahora parece que con Rafa Benítez está teniendo sus más y sus menos para encontrar su hueco. Las lesiones tampoco le han permitido ser titular indiscutible. 

—El Mono Navarro Montoya definió a James Rodríguez en Radio Marca como “el socio de todos. Un futbolista total”. 
Es un jugador que sabe qué necesita el equipo en cada momento, y yo creo que por eso el Real Madrid juega mejor cuando está él. James enlaza con el centro del campo, es un apoyo para los delanteros, da balones, marca, manda... Le gusta llevarse bien con sus compañeros y los respeta mucho; intenta que los más jóvenes se sientan bien. Le gusta contribuir a ese buen ambiente. Se habla mucho de que Bale tiene que ser quien dé el relevo a Cristiano en el Real Madrid como líder. Yo creo que eso debe pasar por jugadores como James, con virtuosismo, técnica, calidad y capacidad para mejorar a quienes están a su alrededor. 

—Mucha gente distingue entre líder de vestuario y líder en el campo. ¿James es líder en los dos sitios, en uno y no en otro?
Depende del equipo en el que esté. En un vestuario como el del Real Madrid es bastante complicado que lo sea. Ahora mismo el líder en el vestuario y en el juego es Sergio Ramos. James tiene mucho margen de mejora y, por su juventud, puede que no vaya a tener tanto peso en el vestuario, pero en el campo sí que es de los jugadores que se echa el equipo a la espalda.  

—¿Cómo es eso de ir conociendo a alguien a partir del testimonio de íntimos suyos y personas cercanas?
Quise empaparme de su carrera: Colombia, la infancia, dónde estudió, cuándo dio sus primeros toques de balón... Una vez tuve claro cómo quería enfocar el libro, empecé a contactar con personas con las que tuvo una relación cercana. Me ha sorprendido el buen trato recibido desde Argentina y Colombia. Me pasaron muchísimos contactos de entrenadores y jugadores.

—¿Te ha costado mucho recortar los capítulos? A veces te vas un poco y hablas de Maradona u otros. 
Sí. La editorial te da unos márgenes y no puedes salirte de ellos. Para la parte de Banfield he podido hablar con jugadores y el entrenador [campeón] Falcioni. Cada uno me cuenta cosas y muchas anécdotas de lo que es el club, el fútbol argentino... También hablan de Maradona y lo comparan con Messi. Eran detalles que creo que son interesantes, ya que a todos los amantes del fútbol les gustan todas esas historias. Pero, claro, también era desviarse del foco de atención, James Rodríguez.

—El libro está escrito con un lenguaje súper sencillo, se lee muy fácil y se te ve disfrutar especialmente describiendo los goles y dando alguna pincelada técnica. 
Simplemente quería transmitir mi pasión por el fútbol. A veces se peca de un lenguaje demasiado técnico y quería que fuera un libro cercano que contase la historia de un jugador que ha ido creciendo y desarrollándose en su deporte. No me gusta la ornamentación, así que quise poner muchos capítulos y contar historias concretas. Para mí el fútbol es algo que cada día me sorprende y te permite estar aprendiendo siempre. Quería transmitir la historia de James a través de mis ojos.  

—¿Cuál es tu récord de partidos vistos en un fin de semana?
Pues no lo sé [se ríe]. La verdad es que no los cuento. Muchas veces me hago una planificación porque hay jornadas con  partidos interesantes en diferentes ligas, otras con algunos a la vez... No lo sé. Intento ver todos los de la Liga. De la española y la  Premier intento ver lo máximo. En mi tiempo libre, sigo algo más de Bundesliga, de Italia… La liga francesa la veo menos. Y, bueno, si tengo oportunidad de ver algo en Argentina y Brasil, estupendo. 

—¿Entonces, de cuántos partidos estamos hablando?
20, 22... 

—¡22 partidos en un fin de semana!
Sí. 

—Pues debes de tener una tele muy grande, ¿no?
[Nos reímos]. Hombre, tengo varias, el ordenador... En diferido veo lo que puedo. Pero a 20 o 22 partidos llego en algunas jornadas porque llega un momento en el que te saturas. 

—¿Cómo has crecido profesional y personalmente escribiendo James Rodríguez. El vals de Colombia? Al Poste te encargó el proyecto, que has hecho muy tuyo.
Es una responsabilidad porque tienes que describir a una persona que prácticamente no conoces. Conseguir testimonios siendo una persona desconocida, porque no soy nadie en el mundo del periodismo, es un reto. Me encanta escribir, la radio y qué mejor forma que intentar dar un paso en mi formación que con un libro. Cuando tienes todas las entrevistas te preguntas cómo empezarás los capítulos para que el lector no lo deje tras la segunda línea. Por la diferencia horaria con Argentina y Colombia, me pasé muchas noches prácticamente sin dormir hablando con los testimonios. Cuando lo terminas te das cuenta de que merece la pena el esfuerzo y piensas en todas las cosas que cambiarías. Tomaré nota de los errores que haya podido cometer para no repetirlos si tengo la oportunidad de escribir otro libro. 

—Tras el partido Sevilla-Madrid le diste varios ejemplares a james. ¿Cómo reaccionó?
Más o menos sabía algo porque en el libro hablo con David Ospina, el portero del Arsenal y la selección colombiana, que es su cuñado. Él sabía que yo estaba escribiendo un libro, pero no se esperaba que se lo fuera a dar ese día. Era un momento complicado: el Madrid había perdido, él volvía después de la lesión y marcó un buen gol. Gracias al jefe de prensa del Real Madrid pude hablar con James unos minutos y entregarle unos ejemplares. Vi lo que había plasmado en el libro: a un jugador muy sencillo y muy humilde que se interesó por quienes habían participado en el libro. Me dijo que se lo leería y que seguiríamos en contacto. 

—Hay varias biografías escritas sobre James Rodríguez. ¿Qué tiene la tuya que no tenga el resto? ¿Te las has leído?
No me las he leído. No quise hacerlo porque quería tener mi propia visión. Sí que leí y vi reportajes, muchos vídeos, partidos...  

—¿El próximo libro será sobre Alan Shearer?
¡Ojalá! [Se ríe]. Me encantaría, pero ya sabemos que quienes mandan son las editoriales y el interés. El de los 80 y 90 creo era otro fútbol diferente al de ahora y muchas veces lo echo de menos. 

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