jueves, 17 de diciembre de 2009

Escandalosamente líderes

Grimau, en la imagen ante Brown, fue uno de los mejores del Barça -EFE.


Escándalo es una de esas pocas palabras contundente que se pueden emplear con el sentido más positivo, pero también con el más negativo. Una jornada más y a dos del final de la primera fase, el Barça seguirá siendo escandalosamente líder en el grupo A de la Euroliga y el único invicto tras su victoria más holgada ante Zalgiris Kaunas (89-55) en una competición en la que hasta ahora había ganado por una media de 19 puntos. El torneo en el que mejor está rindiendo Pete Mickeal, que alcanzó los 14 puntos (4/5) y no acusó la inactividad, el haber pasado gran parte de la semana pasada en cama torturado por una gripe que le hizo perder tres kilos. Contratiempos menores para un portento físico como Mickeal, que combina fuerza con habilidad, talento con músculo. Antes del partido el alero estadounidense recibió el trofeo que le acreditaba como MVP de noviembre en una Euroliga, donde promedia 19’4 puntos de valoración (15’7 tantos y 4’4 rebotes), números incluso mejores que los de Juan Carlos Navarro (13’4 de valoración, 13’7 puntos y 3’3 asistencias). Contra Zalgiris La Bomba casi clavó su estadística, pues es imposible meter media canasta.


Los éxitos del Barça, su fulgurante inicio de curso (23 triunfos en 24 triunfos) no sólo se explican por el excelente criterio de Joan Creus para minimizar las bajas de David Andersen y Ersan Ilyasova, sino que también se entiende a partir del trabajo de Xavi Pascual. Un técnico que empezó siendo un parche temporal tras la destitución exprés de Dusko Ivanovic, como simple consuelo después de fallar opciones más prestigiosas como las de Ettore Messina y que ahora, tras encadenar Liga, Supercopa y Lliga Catalana, es por fin una figura respetada. Condición que se ha ganado por devoción y exigencia por la actitud, la intensidad y la agresividad defensiva. Las bases necesarias para un ataque realmente decisivo. Filosofía que se vio reflejada en las estadísticas, totalmente dispares en el balance entre recuperaciones y pérdidas. Hasta 21 pelotas perdió Zalgiris por las cinco que recuperó. El mundo al revés para los azulgrana que recuperaron ¡16! y sólo cedieron siete para acabar con 116 puntos de valoración.


Grimau, exponente en defensa


Pascual, ingeniero técnico industrial, no les deja pasar ni una a sus jugadores. Por eso no dudó en reprenderles cuando se dejaron ir, en tres minutos del primer cuarto, cuando encajó un parcial de 2-11 y cedió su única ventaja (12-13 a los 7m 40s). El técnico azulgrana exigió defender antes y no sólo bajo canasta y el equipo, animado por los triples de Terence Morris y Gianluca Basile, empezó a distanciarse y llegó al descanso con 46-28 a favor y llegó a tener una máxima renta de 40 (85-45 a 2m 45s).


Las palabras de Pascual calaron en los azulgrana, que acabaron encontrando a Erazem Lorbek, un jugador tan elegante que transmite musicalidad y continuaron contando con Roger Grimau (10 puntos, 5/6), el exponente del equipo en defensa y probablemente uno de los pocos jugadores del mundo que no se relaja nunca. Y que en esta ocasión martirizó especialmente a Salenga (10), uno de los pocos de Zalgiris que tuvo un partido medio digno. Marcus Brown, que sigue siendo el anotador histórico de la Euroliga, se quedó en cuatro. De hecho, en el conjunto lituano, un equipo con más pasado que presente, sólo brilló Watson, con 17 puntos y 14 rebotes. Mostró el brío y la confianza –pese a sus cuatro pérdidas– de la que se echó a faltar en su equipo, totalmente empequeñecido por ese equipo escandalosamente líder. El Barça de Xavi Pascual.


No hay comentarios :