Todos contentos

Jackson intenta avanzar ante Fran Vñazquez -EFE.

Repartidos los favoritismos, parece que el recién estrenado curso de la Liga ACB sólo presente el atractivo de ver cómo evolucionan las dos plantillas que más han invertido en fichajes y más presupuesto acumulan. Se espera que Real Madrid y Barça se disputen el título y no se le presta la suficiente atención al resto. Y entre los otros equipos destaca, por proyecto romántico e insistencia, el Xacobeo Blu:sens, el antiguo Obradoiro. El conjunto gallego se ha pasado los últimos 19 años luchando por tener una plaza entre los mejores por la vía judicial y con la razón en la mano tras denunciar la alienación indebida de su rival, entonces conocido como Juver Murcia, en un playoff de ascenso. La constancia en todo este tiempo de los miembros del Obradoiro tuvo su recompensa el pasado 2 de julio, cuando la Liga ACB confirmó que el club tendría un puesto en la elite en este curso. Comenzó entonces la vorágine para intentar lograr reunir una plantilla compensada tanto en lo económico como en lo económico. Un objetivo que ha alcanzado, al menos por lo visto en su primer partido en la ACB (fue fundada en 1983) y ante el último campeón, el Barça. El conjunto que dirige Curro Segura tuvo una actuación más que notable contra los azulgrana, que sólo rompieron el encuentro al final del tercer cuarto. El triunfo, concretado en 63-80, supuso el debut con victoria del Barça en el Multiusos Fontes De Sar de Santiago de Compostela y la culminación del sueño de los gallegos. Juan Carlos Navarro, con 19 puntos (3/4 en triples), fue otra vez el mejor jugador del Barça. La Bomba está en un momento de forma excepcional como mostró en la final de la Supercopa y tuvo en Erazem Lorbek (15 tantos y siete rebotes) y Pete Mickeal (12) a sus grandes complementos.

“Era un partido difícil, por ser el primero y por visitar un pabellón nuevo”, recalcó para TVE Navarro, al que le faltó añadir que no es fácil contrarrestar la ilusión y el regaño de quien no tiene ni la necesidad ni la obligación de ganar. Entre ambos equipos hay un abismo y para el Xacobeo Blu:sens el encuentro suponía un homenaje oficioso para cuantos han trabajado y sufrido para que fuese posible.

Djedovic, pequeña gran estrella

Lo único que comparten Xacobeo Blu:sens y Barça es una pequeña gran estrella, Nihad Djedovic, cedido por los azulgrana al conjunto gallego. Djedovic es probablemente uno de los máximos favoritos para recibir al final de la temporada el premio al jugador revelación. Presenciados varios partidos con su antiguo equipo, el Cornellà –donde también estaba cedido–, hacer dicho pronóstico no supone un riesgo excesivo. El escolta bosnio fue el gran culpable del ascenso a LEB Oro del conjunto del Baix llobregat y será el líder natural del Xacobeo Blu:sens en ACB. Su inicio fue más propio de un jugador curtido en la competición y anotó cinco puntos en los primeros cinco minutos, once en la primera parte, la mejor puntuación al descanso de los presentes (29-38). Después, incomprensiblemente, apenas jugó y tan sólo tiró una vez más. Y la responsabilidad en ataque recayó en un ex NBA como Marc Jackson (20 puntos), una mole habilidosa.

Los locales resistieron sin grandes problemas hasta el descanso, pese a las extremas diferencias entre uno y otro plantel y la desigual profundidad de banquillo. Xavi Pascual ya había hecho jugar a sus 12 jugadores al inicio del segundo cuarto y el marcador reflejaba un corto 20-26 a favor del Barça con especial protagonismo del capitán Roger Grimau (siete puntos, la sorpresa en el quinteto inicial) y Navarro, que anotaba cuándo y cómo quería. El pragmatismo es su razón de ser. El técnico azulgrana rotaba y rotaba, especialmente en la posiciones de base, donde Ricky (14m 28s), Sada (14m 03s) y Lakovic (11m 29s) se repartieron casi los mismos minutos con diferente suerte. Ricky no tuvo una buena selección de tiro, pero estuvo fino en repartir asistencias (cuatro) y en las recuperaciones (dos, la primera supuso los primeros puntos de su equipo este temporada en Liga ACB). Sada, con ocho puntos y jugando como sabe al contraataque, fue el mejor de los tres. Lakovic, por su parte, no tuvo continuidad y perdió cuatro pelotas para ser el único en valorar negativo (-4) en un equipo que acumuló 99 puntos en las estadísticas.

En un enfrentamiento inesperadamente parejo Mickeal era el gran agitador del Barça en su pugna con Djedovic. La igualdad continuó hasta el final del tercer cuarto. Hasta entonces entre Bulfoni y Jackson hicieron que las diferencias sólo rondasen los diez puntos. Pero los primeros puntos de Boniface Ndong, que superó los 800 en la competición y Fran Vázquez acabaron por resolver el partido a favor de los visitantes, que alcanzaron una máxima renta de 20 tantos (45-65 a 6m 53s). Una distancia que no destempló al Xacobeo Blu:sens, capaz de acumular un parcial de 8-0, de nuevo replicado por Navarro y Lorbek, todo un compendio de juego de pies, el ejemplo perfecto de cómo debe optimizar sus movimientos un hombre alto. Ganó el Barça y los locales celebraron su espera entrada entre los grandes. Todos contentos.